
Musicalmente, el problema para Mussorgsky es similar al que padecía en otro de los cuadros de la “Exposicion” a saber el relativo a los dos judíos, y es que el piano no es apropiado para lo que aquí se quiere expresar.
No hay que insistir mucho para encomiar como la orquestación de Ravel de Fotos logra una mayor sensación de realismo en este movimiento. Las posibilidades orquestales son mucho más adecuadas para crear un clima de caos, como se presenta en las irrupciones de Baba-Yaga en las secciones inicial y final. En la sección intermedia, marcada como “Andante mosso”, Ravel mantiene la sensación de quietud (correspondiente a la cabaña en reposo) de dos maneras: En primer lugar, se limita a usar tres instrumentos diferentes (flauta, fagot y contrabajo) durante los primeros siete compases. Cuando la tensión se acumula de nuevo, a partir del octavo compás de la sección Andante mosso, Ravel introduce lentamente más instrumentos, pero mantiene la dinámica suave. En segundo lugar, separando el acompañamiento de la melodía, Ravel elimina la tensión inherente al original para piano derivada de no poder separar ambos elementos.
Fuente:Internet
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