
En los funerales de Chopin en la iglesia de la Madeleine de París se interpretó el Réquiem de Mozart.
Curiosamente las famosas mezzosopranos Pauline Viardot y Emilia Lablanche se negaron a cantar el Réquiem si no era cobrando dos mil francos cada una.
Fuente:http://www.librosmaravillosos.com/historiainsolitadelamusicaclasicaII/index.html
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