
Es una suite de siete movimientos a cada uno de los cuales Holst le dio el nombre de un planeta (y su correspondiente deidad en la mitología grecorromana).
La obra le fue sugerida por su amigo y también compositor Clifford Bax, durante un viaje a Gibraltar en 1912. El compositor se puso a la tarea y completó la suite en los cuatro años que duró la Primera Guerra Mundial. Debemos la primera ejecución de la obra a Adrian Boult en 1918, que desde entonces se convirtió en el director favorito de Holst para esta obra. Dicha primera ejecución (de carácter privado) se debió a un "regalo" al compositor de su amigo y también compositor Henry Balfour Gardiner.
Está parcialmente inspirada por meditaciones en su propio horóscopo; trata sobre "las siete influencias del destino y componentes de nuestro espíritu". A pesar de ello, el propio Holst declaró que la obra se basaba en la significación astrológica de los siete planetas representados en ella; que no era "música de programa", que en caso de pretender encontrar un "programa", bastaba con los subtítulos de cada sección. Finalmente, declaró que "no había relación alguna con las deidades de la mitología clásica correspondientes a cada planeta.
De los Planetas dijo el propio Holst:
“Estas piezas fueron sugeridas por el significado astrológico de los planetas; no hay en ellas música de programa ni tienen relación con las deidades de la mitología clásica que llevan sus nombres. Si se requiere una guía, el subtítulo de cada pieza será suficiente, especialmente si se toma en un sentido amplio.”
“Una vez tomada la idea fundamental de la astrología, dejaba que la música siguiese su propio camino.”
Los Planetas al menos por lo que hace a Marte y Júpiter, es una obra llena de nuevas sonoridades orquestales, en la que futuros compositores de música de película se inspirarían o copiarían.
El aparente desorden de Los planetas no fue un capricho de Holst; su orden no es el astronómico sino el astrológico, que se corresponde con el de las siete edades del hombre. Y la Tierra, queda naturalmente excluida.
La suite esta formada por los siguientes movimientos:
Marte, el portador de la guerra.
Venus, el portador de la paz.
Mercurio, el mensajero alado.
Júpiter, el portador de la alegría.
Saturno, el portador de la vejez.
Urano, el mago.
Neptuno, el místico.
Mucho se ha hablado de la "originalidad" de la obra. Más razonable es pensar que la obra está íntimamente conectada con varios autores de su tiempo. Así, por ejemplo, Holst toma prestada de los Nocturnes de Debussy la idea del coro femenino sin texto, para su Neptuno. Igualmente se puede rastrear la influencia de Richard Strauss en su uso del oboe bajo o las tubas wagnerianas; o la del Stravinski de La consagración de la primavera por la incorporación del clarinete bajo y por la similitud de ciertos motivos breves y su tratamiento por ejemplo en pasajes de "Marte". También hay que mencionar aquí al Arnold Schönberg de las "Cinco piezas orquestales, Op. 16". Desde el punto de vista conceptual, además, deberíamos citar al Elgar de las "Variaciones Enigma" y, de forma más lejana, al Mussorgsky de los "Cuadros de una exposición" en cuanto a la sucesión de descripciones de caracteres o impresiones.
Júpiter, conjuntamente con Mercurio, se puede considerar el scherzo de la obra, de estructura sonata.
En concreto de Júpiter decia Holst que "Trae la alegría en su sentido habitual, y también ese tipo de alegría más ceremonial asociada con las festividades religiosas o nacionales.
Casualmente, el alcanzar tanta popularidad esta obra, dio lugar a que se asociara a Holst con un tipo de música más bien pomposa y ceremonial, ocultando la valía y originalidad de buena parte del resto de su producción.
Fuente:http://eltempletedeeuterpe.blogspot.com.es/2013/04/los-planetas-jupiter-g-holst.htmlhttps://conciertoseneldelibes.wordpress.com/2014/09/20/holst-los-planetas-oscyl-jaime-martin-25%C2%B726914/ Wikipedia http://loff.it/the-music/vow-thee-country-jupiter-planets-gustav-holst-156997/
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