viernes, 9 de junio de 2017

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El musicólogo Isaac Gomberg, amigo del compositor norteamericano Gherswin y además su primer biografo, relata un episodio de la vida de Gherswin relacionado con esta humoresca, con el siguiente contexto:

"Sus padres no abrigaban grandes esperanzas sobre su futuro. Era, francamente, un mal chico. Era un ratero; había recorrido toda la gama de los pequeños delitos. Con un poco menos de suerte habría llegado a ser un gángster, ya que en el barrio en el que estaba ubicado el primer restaurante de su padre también se criaron Lefty Louis y Gyp the Blood. ... La escuela pública le resultaba un gran fastidio, y la tarea para el hogar, cuando la había, un trabajo penoso. Todo lo que George recuerda de la escuela de música, que sencillamente era un fastidio dentro de otro fastidio, se limita a cantinelas del tipo de Annie Laurie y a clásicos trasegados como The Lost Chord. A él lo obsesionaban la melodía de Sullivan y la canción escocesa I'll take the high road and you take the low road."

"El chico prodigio [Max Rosen] asistió a la misma escuela que George... Había tocado en un espectáculo escolar después del receso del almuerzo. A George no le había interesado lo suficiente como para ir al concierto, pero la melodía del violín, que flotaba hasta él desde el salón de actos, repentinamente lo estremeció con Humoresque de Dvorák."

- Para mí fue una revelación fulgurante -recordó Gershwin... Me resolví a entrar en contacto con ese tipo y, con la esperanza de saludarlo, lo esperé afuera desde las tres hasta las cuatro y media. Llovía a cántaros y me empapé hasta los huesos... Averigüé dónde vivía y, mojado como estaba, caminé hasta su casa, presentándome sin ceremonia alguna como un admirador... Sí, Max me abrió el mundo de la música.

Fuente:

http://revista-raices.com/semanas/sem286.htm


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