El segundo movimiento sigue una estructura parecida a la del Nocturno: Melodía con acompañamiento arpegiado. En este caso, tras una introducción moduladora de Do menor a Mi mayor por las cuerdas, el piano inicia este acompañamiento hasta la entrada de la flauta con el tema principal. La forma interna responde a un A-B-A, donde en la primera parte se presenta este tema repitiéndose una y otra vez pero pasándose entre la flauta, el clarinete y el propio piano. La pieza llega a un clímax central, que podemos denominar parte B donde se realiza un solo de piano de gran alarde virtuosista después de una serie de modulaciones establecidas a partir del tema principal. Para finalizar volvemos de nuevo al tema inicial, pero como pasaba en el primer movimiento, la reexposición toma ligeras variaciones. El último minuto es una coda donde mediante un lento descenso Rachmaninov recupera el acompañamiento acampanado para el final.
Fuente: http://tono-menor.blogspot.com.es/2011/10/grandes-obras-concierto-para-piano-n-2.html
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