
El vito es un baile tradicional de Andalucía, cuyo nombre hace alusión a la enfermedad llamada “baile de San Vito”, por el carácter animado y vivo de esta danza. Según relata la tradición San Vito apenas tenía doce años cuando murió mártir en el año 303. Hijo, según algunos, de un hombre rico de Sicilia llamado Hylas, fue torturado hasta la muerte junto a su nodriza Crescencia y a su tutor Modesto, ambos cristianos, por negarse a renegar de su fe. La iconografía representa al santo con una caldera al hombro, aludiendo a la muerte en aceite hirviendo que Diocleciano le había preparado como premio al haber curado a su propio hijo de unos horribles ataques epilépticos que padecía desde niño, pero cuando todos esperaban verle morir achicharrado, lo que vieron fue que el santo empezó a bailar una especie de danza agitada que contagió a toda la corte imperial empezando por el emperador.
Posteriormente en Estraburgo en julio de 1518 una mujer conocida como Frau Troffea comenzó a bailar sin parar en una calle de esta ciudad francesa y así continuó sin descanso entre cuatro y seis días, mientras decenas de personas se sumaban a ella en una semana en una plaga de baile que afectó a 400 personas en un mes. En su pico la epidemia se cobró la vida de hasta 15 personas al día que bailaban hasta la muerte. No era el primer brote compulsivo de baile en Europa. El primero había tenido lugar en la Nochebuena de 1021 en la ciudad de Kölbigk (Alemania) y hay noticias de otras en 1237, 1247, 1278, 1374, 1438, aunque el de 1518 es el mejor documentado de esta extraña epidemia que se conoció durante siglos como «el baile de San Vito» o el «baile de la peste», entre otros numerosos nombres. El envenenamiento humano debido al consumo de centeno infestado por un hongo llamado cornezuelo. Incluso se especula que los juicios de las brujas de Salem pudieron ser desencadenados por algunas jóvenes que habían consumido centeno contaminado.
La melodía del vito se ejecuta en compás de 3/8. Usa la escala menor armónica para los motivos ascendentes y el modo frigio, que es el modo más característico de la música andaluza, para los motivos descendentes, lo que genera un acompañamiento armónico basado en la cadencia andaluza.
El vito se canta con diferentes letras, jocosas o serias. La adaptación de esta canción popular para canto y piano, realizada por Fernando J. Obradors (1897-1945) y recogida en sus Canciones Clásicas Españolas, es la versión más interpretada en los círculos académicos.
Durante la Guerra Civil Española, entre el bando republicano se usó la melodía de El vito para cantar un texto en honor del Quinto Regimiento. La nueva versión se hizo muy popular incluso entre la población no combatiente: “Con el Quinto, Quinto, Quinto,con el Quinto Regimiento.Madre, yo me voy p’al frente para las líneas de fuego, Madre, yo me voy p’al frente para las líneas de fuego”.
La obra completa se distribuye así:
Vol. 1:
La mi sola, Laureola
Al amor
Corazón porqué pasáis?
El majo celoso
Con amores, la mi madre
Dos cantares populares
Coplas de Curro Dulce
Vol. 2:
Tirana del Zarandillo
Consejo
El tumba y lé
La moza y los calvos
Confiado jilguerillo
Vol. III:
Tres morillas
Oh, que buen amor, saber yoglar
La guitarra sin prima
Aquel sombrero de monte
Polo del contrabandista
El vito
Vol. IV:
Trova
El molondrón
Malagueña de "La Madrugá"
Canción del Café de Chinitas
Romance de los pelegrinitos
Fuente:http://blogs.hoy.es/musica-en-el-tiempo/2016/08/06/la-curiosa-historia-del-baile-de-san-vito/ http://www.worldcat.org/title/canciones-clasicas-espanolas/oclc/680447979
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