sábado, 15 de julio de 2017

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Más que describir una fiesta de Carnaval, nos relata el autor una serie de recuerdos muy relacionados con su vida íntima: los amores con Ernestina von Fricken. La clave de esta obra se halla, además de los títulos que llevan cada una de sus composiciones, en que la mayoría de ellas están compuestas sobre cuatro notas cuyas letras, en su denominación alemana, forman el nombre de la ciudad de ASCH, y cuyas letras a la vez son las únicas del alfabeto musical que intervienen en el nombre de Schumann. Estas cuatro notas, en sus distintas posiciones se nos presentan unas veces como ASCH, otras como Schumann y otras como ESTRELLA: Ernestina von Fricken.

En la primera pieza, -PREÁMBULO- se nos describe el escenario en el que se desarrolla la obra y por el que irán desfilando uno a uno todos los recuerdos que fueron el motivo y la inspiración de esta deliciosa colección de composiciones.

Unos majestuosos acordes a la voz de trompetas anunciadoras de una gran fiesta son respondidos por un íntimo dolor, tal vez la nostalgia de un lejano recuerdo. Se repiten los mismos acordes, los cuales son respondidos ahora por la gran multitud que entra de una manera triunfal en la fiesta. Un movimiento más acelerado, y al compás de vals, nos va describiendo el interior de la sala; las vueltas de las parejas, el revuelo de las faldas femeninas producido por sus airosos movimientos en la danza, la elegancia con que bailan los varones, etc.

Van repitiéndose así las líneas melódicas onduladas, hasta que un acorde seguido de octavas nos lleva a una marcha precipitada apoyada siempre en un mismo bajo que nos da la sensación de alegría, de bullicio y del conjunto en general de la fiesta.

Fuente:

http://clasica2.com/?_=/clasica/Hemeroteca-de-Musica-Clasica/Robert-Schumann-Carnaval-Op-9


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