lunes, 14 de noviembre de 2016

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En muchas de sus obras más importantes, Liszt desarrolló una técnica que nutrió a la mayoría de los compositores de la primera parte de nuestro siglo: la transformación temática.

Este procedimiento, que está bellamente realizado en los dos conciertos para piano, implica la derivación de muchos temas diferentes a partir de una o dos melodías básicas. El resultado puede llamarse forma autogeneradora -las posibilidades de transformación de un tema dado determinan el carácter de las secciones posteriores. La transformación temática se emplaza entre los modos de acercamiento tradicionales de desarrollo y la variación. Es cercana a lo que Schoenberg llamó "variación perpetua". El compositor Humphrey Searle describe el proceso de transformación temática del modo siguiente:

Un tema básico se reitera a todo lo largo de una obra, pero sufre constantes transformaciones y disfraces y se lo hace aparecer en diferentes papeles contrastantes; incluso puede ir en aumento o en disminución, o en un ritmo diferente, o incluso con armonías diferentes; pero sirve siempre al propósito estructural de unidad dentro de la variedad. La técnica fue de importancia suprema para Liszt, interesado como estaba en las formas "cíclicas" y en el problema de envolver en uno solo a varios movimientos.

En los conciertos para piano de Liszt, la técnica de transformación dicta la forma. El tema de la apertura en el Primer Concierto, por ejemplo, aparece a todo lo largo de la obra en muchas formas y por lo tanto evita que la pieza se vaya por las ramas. Sin embargo, este tema no es un buen candidato para generar toda la pieza porque es demasiado limitado: la nota tónica se alterna con una nota un semitono más baja y luego se agrega una tercera nota, otro semitono más abajo. Después esta figura se repite un paso más abajo. La forma esencial, un desplazamiento decorado hacia abajo por pasos, es importante para el concierto. Después de que este motivo es expuesto por las cuerdas, al principio, aparece desarrollado en una serie de cadencias del piano que se alternan con breves exposiciones de la orquesta. Inevitablemente hay un segundo tema más lírico. Aunque al principio es tratado solo brevemente, comprendemos, por su forma expansiva y su melodía verdadera, que tiene gran potencial para el desarrollo posterior. Como esta segunda idea contiene corrientes subterráneas del primer tema, es eí primer tema el que parece dominar el movimiento de apertura.

Aunque el Primer Concierto está dividido en varios movimientos, la distinción entre ellos no es tan terminante como en los conciertos clásicos. Todos los movimientos comparten material temático, algunos pasajes aparecen en más de un movimiento y todos ellos contienen música rápida y vigorosa. Sin embargo, debido a la capacidad de penetración de las dos ideas melódicas principales, esta forma compleja adquiere una maravillosa coherencia. Sirve como vehículo tanto para la invención rapsódica como para la unidad controlada.

Fuente:

http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/obras-maestras/conciertos-n-1-y-2-para-piano-de-franz-liszt/



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